Cantidad de páginas: 240
Sinopsis
Serie
de doce cuentos policiales protagonizadas por el Padre Brown: un sacerdote
católico de apariencia ingenua, humilde, descuidado e inofensivo, que
acompañado siempre de un gigantesco paraguas, suele resolver los crímenes más
enigmáticos, atroces e inexplicables gracias a su conocimiento de la naturaleza
humana antes que por medio de piruetas lógicas o grandes deducciones. En
algunos casos, lo hará junto a un amigo
de aventuras: Flambeau. También acompañados por otros inspectores más habituales al género como Valentín.
Opinión
Lo interesante de esta obra es su carácter experimental sobre algunas cualidades habituales en los cuentos policiales. Especialmente la figura del detective, sus ayudantes y los criminales. Desde los primeros cuentos hasta los últimos, el autor juega con varios detectives hasta quedarse con el Padre Brown. En “La Cruz Azul” aparece Valentín, jefe de policía parisiense y un famoso investigador. Su objetivo era capturar a un ladrón poderoso y escurridizo llamado Flambeau. Como cualquier detective tradicional del policial inglés, solo cree en el poder de la ciencia, lo racional y la justicia terrenal. Por ejemplo: busca personas que cumplan con uno de los requisitos del delincuente, su gran altura. En el caso de Flambeau, cumple con el estereotipo en este género: acróbata, ingenioso en sus robos, usaba la fuerza como defensa pero no por crueldad. Sacando esta última cualidad, era muy parecido a Frederic Larsan en “El misterio del cuarto amarillo” del cual hice una reseña (visitar reseña) . La persecución se vuelve aburrida hasta un suceso inesperado de nuestro Valentín, toma un café y lo siente salado. Se fija en la azucarera y en el salero que estaba sobre su mesa, descubre que alguien cambio su contenido. A partir de un breve interrogatorio, consigue una pista siguiendo su racionalidad. El Padre Brown tenía una lujosa joya, la cruz azul y Flambeau deseaba robársela disfrazado de cura. Cuando Valentín logra encontrarlos, descubre que el Padre Brown era igual de ingenioso que él y el delincuente consagrado.
Como
Gabriel Gale en "El Artista y los lunáticos", obra del mismo autor y del cual
realice una reseña (visitar reseña). El Padre Brown no es el típico policía o médico, encargado
de revelar un crimen o misterio. En un principio se lo describe como alguien
muy alejado de ese ámbito: un sacerdote de un pueblo rural en Inglaterra,
humilde, simpático, dedicado a sus feligreses y muy confiado en el
arrepentimiento de las almas. Pero en cada uno de los cuentos se revela como
esas cualidades son igual de importantes que lo científico y el positivismo.
También esto último se realiza mediante una técnica muy buena: Padre Brown se
caracteriza como un puente entre lo espiritual y lo racional, la experiencia
mundana y lo divino. Debido a que puede entrar y salir de ella con total facilidad
como una especie de narrador. Por ejemplo: él sabe sobre crímenes por las
confesiones de varios delincuentes en su iglesia y al descifrar el enigma,
busca el arrepentimiento de quien lo cometió. Esto último es una cualidad
original en el policial y verosímil en el personaje, por su oficio
evangelizador. Así se le da prioridad a una justicia divina y se deja de lado
la terrenal. También se rompe con el estereotipo del delincuente como monstruo
y la necesidad de una puesta en escena para atraparlo. Ello ocurre con
Flambeau, en las Estrellas Errantes y toma una nueva faceta en los cuentos
restantes: detective privado y ayudante del Padre Brown. A diferencia de otros
en su tipo como Watson, muchos casos comienzan
como una investigación de Flambeau y por su condición de ex ladrón, le
da un plus a las deducciones de Brown.
Otro
aspecto original del Candor del Padre Brown, son los temas que aparecen en los
cuentos. En “La muestra de la Espada Rota”, se parece a una investigación de un
historiador sobre un hecho del pasado: el enfrentamiento entre un general
inglés y otro brasileño, que termina con la muerte del primero. Hay un atisbo
de ciencia ficción en “El hombre invisible”, donde uno de los personajes crea
autómatas para el servicio doméstico. En varios cuentos se toma cualidades de
la Edad Media y el autor los adapta al siglo XX como algo cotidiano, no solo
para observarlos a modo de objetos en un museo. Por ejemplo: “La honradez del
Israel Gow”, ambientado en un castillo y su dueño, un ermitaño que conserva el
estilo de vida de sus antepasados medievales. “Las pisadas misteriosas” donde
se critica a los caballeros o señores feudales a través de un club masculino
exclusivo llamado Los Doce pescadores legítimos, cuya guarida es el Vernon
Hotel. “La forma equivoca” se reutiliza el mundo oriental del Medioevo y hay
una tensión entre el cristianismo con el musulmán, propia de esa época como las
cruzadas.
Datos
útiles
Estas
historias las leí en versión libro, editorial Terramar, año 2008 y la compre en
la librería El Aleph, sucursal Lomas de Zamora a $400. Es una buena traducción,
tiene doble solapa lo cual permite usarlas a modos de señaladores en caso de no
contar con uno y al principio tiene una biografía bastante completa del autor.
Allí se menciona algunos hechos de su vida, sus preocupaciones filosóficas que
afectaron su escritura literaria y periodística. También sus relaciones con el
ocultismo y con la política inglesa de su época (fines del siglo XIX y
principios del XX).
También podes acceder a esta atrapante historia en formato digital "El Candor del Padre Brown"
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